La superstición la dejamos aquí. No sería necesario realizar ningún ritual esotérico para librarnos de un mal augurio si se rompe un espejo. Pero no podemos olvidar que "lo que creemos lo creamos", así que si alguien es supersticioso que saque esa idea de mala suerte de su cabeza.
EL ESPEJO COMO SÍMBOLO MÁGICO
Creo que sería muy difícil cuantificar en cuántos textos podemos encontrar que el espejo (o bien superficies líquidas que reflejan la imagen a modo de espejo) aparece como símbolo mágico, como
oráculo, de misterio y de poder.
(el siguiente video de YouTube es una invitación personal, a mí se me abrió en modo automático, tras buscar el video de Jerry L. después de varios intentos de coger red, y crea un fondo bastante bonito para una lectura de magia y divinidad.)
Si nos trasladamos a China, encontramos un cuento de espejos sobre el año 500, época de Wang, donde se narra cómo un emperador hizo forjar 8 espejos. El primer espejo, simbolizaba a la luna llena, y sus esquinas estaban adornadas con figuras mitológicas o animales de poder (son creo que los animales que rigen el Feng Shui): una tortuga, un fénix, un dragón y un tigre.
En esta encrucijada de 4 figuras mitológicas también nos encontramos los 4 evangelistas relacionados con cuatro figuras mitológicas. Mateo (hombre), Marcos (león), Lucas (Toro) y San Juan (Águila), o las visiones de Ezequiel de 4 querubines o ángeles con 4 rostros que son los anteriores; águila, hombre, novillo y león. Aunque aquí, no hay referencia de espejos, sí de simbolismos.
Nos trasladamos al mito de Narciso, donde Ovidio narraba cómo éste había sido maldecido a no poder contemplar su propia imagen reflejada. Sin embargo, algo sucedió, Narciso pudo contemplarse en el reflejo de un lago, y al verse, al descubrir y contemplar su propia belleza, se enamoró de él mismo. Por este motivo, muere de sufrimiento, y de su propia sangre se cuenta que se originan los narcisos en el mito.
En el Diccionario de Símbolos, de Juan E. Cirlot, se afirma que el espejo es el "órgano de autocontemplación y reflejo del Universo". Al hacer este paralelismo, nos tenemos que ir obligatoriamente al mundo de Borges, y concretamente, a El Aleph.
Un texto profundo y misterioso como todo lo escrito por Jorge Luis Borges, El Aleph, título que el escritor escoge por ser la primera letra del alfabeto sagrado. Letra que simboliza a un hombre, o arquero, apuntando hacia un lugar más allá del infinito (lo cual, tengo que decir, que no comprendo la ilustración de este libro, pero su sentido tendrá). Pues bien, la magia literaria de Borges habla del espejo. En el espejo de este autor encontramos el Universo entero, cada partícula que existe y ha sido creada. Dijo Borges:
" En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. "
Borges añadía además, la explicación de que esta visión no era secuencial, sino simultánea, toda la visión al mismo tiempo, todo lo que existe al mismo tiempo. Recuerda este texto a tantos otros proféticos y místicos. En el apócrifo del profeta Enoc, que es tan importante como Elías, narra visiones de diversos planos existenciales, hablaba de gigantes y sirenas en el inicio de los tiempos, y de figuras que aparecen en distintos mitos, que la iglesia católica o la biblia que se presentó no sabría dónde incluir. Enoc, guiado por ángeles que le revelaron los secretos del universo, recuerdan a estas visiones o textos borgianos que aparecen en El Aleph.
Y ese misticismo en relación al espejo seguimos encontrándolo:
"Ahora sólo vemos a Dios como en un espejo, esperando verle cara a cara" dijo San Pablo.
Y todas estas relaciones entre la divinidad, el ser humano, la conexión divina que se encuentra en el espejo me hace recordar un mantra de sanación de Jerry Wills que circula por YouTube, en el que afirma que realmente, todos somos el reflejo de Dios finalmente revelado. Conciencias en expansión, co-creadores del Universo. O incluso, aquella afirmación que expuso Jesús en su parábola, "busca a Dios en el fondo de tu corazón", todo eso se puede decir que encuentra aquí, confluye aquí.
Quizá pronto, distintos dogmas de fe, religiones y filosofías queden obsoletas, de hecho ya lo están haciendo, y pasen a formar parte de "mitos" de evolución de la conciencia de la propia humanidad, que no pueden pretender a estas alturas que hablar con una piedra o imagen nos salven de una existencia mundana frente a ansias espirituales.
Alma, mente, cuerpo...el ser humano no puede sino ser mundano y divino al mismo tiempo; lo que tiene que ser a estas alturas es libre de límites mentales, de supersticiones o de formas antiguas de comprender el universo o la vida, sean religiones o filosofías arraigadas profundamente en las conciencias colectivas, si lo extrapolamos, un poquito, a modelos expuestos por Carl Gustav Jung.
Lo mágico del espejo, es que somos nosotros mismos el máximo misterio de todo el Universo, y eso mismo, nos permite contemplar: la existencia y la vida.
La mariquita roja, de siete puntos nos trae la noticia de la buena suerte, pero si aprendemos a mirar, en la publicidad, -por ejemplo-, se nos dan mensajes específicos. Es lo que llaman Sincrodestino; un universo en comunicación con nosotros. Decía Chopra Deepak, en su libro "Sincrodestino", que él tuvo un trabajo que le estaba llevando al estrés absoluto, y durante unos días veía en el periódico el anuncio de un puesto de trabajo como médico en un centro. Él trabajaba en investigación, hasta que decidió despedirse, al marcharse volvió a ver ese periódico con ese anuncio y comenzó ese mismo día su nuevo trabajo. Hay un universo circunscrito tratando de decirnos algo, y nuestra tarea es descifrarla. Te invito a mirar más allá de lo que aparece como "casual". Lee bien la publicidad que aparece en tu vida, ¿cuál es el mensaje que se repite? Tal vez se nos llame a algo. En ese mismo libro, el autor contaba cómo un chico que quería pedirle matrimonio a su pareja tenía grandes dudas, pero bueno...compró el anillo y la invitó a una merienda en un parque (New York). Justo cuando volvió a dudar si hacerle la propuesta una avioneta pasa con el mensaje "X quieres casarte conmigo?" y era el nombre también de su chica, así que lo tomó como una señal y se lo propuso. Estaba claro que el Universo tenía un plan, y dijo sí. Una total suerte de coincidencias. ¿Qué mensajes hay para ti en ese mundo circunscrito? ¿Hay en la publicidad adyacente un mensaje directo o relevante para ti? ¿En tu buzón de casa? ¿Algo se repite?
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