Un orden mágico e invisible
Hay dos formas de vivir. Una forzando la vida y otra, dejándo que la vida nos lleve de la mano. Si ante nosotros un día se abre una puerta no es casual, es porque estamos preparados para recorrer el camino. Sucede que muchas veces queremos ser nosotros los que abren las puertas, y esto sólo tiene como resultado intentar meter algo donde se sabe que no es su lugar.
Sin embargo, la magia está presente y todos los días se nos abren caminos que nos conducen a la felicidad. Es muy cierto cuando afirman que gastamos mucho tiempo viendo la puerta que se cerró, y que por este motivo no vemos las que se nos abren.
Mensajes y coincidencias
El orden mágico e invisible está ahí. Podemos llegar a un punto donde nuestro planteamiento sea "¿sigo o pongo un punto y final?". Este tipo de cuestiones nos abordan tras mucho esfuerzo y esperanza, tras sacrificio y tras empeño y dedicación a nivel laboral, de amistad, de pareja, de sueños. ¿Cuándo es el momento de cambiar y tomar un nuevo rumbo? Esa es la pregunta clave que siempre, en algún momento hemos de respondernos. Y de manera mágica e "invisible" las cosas se ordenan para que podamos tomar la decisión correcta. Llegan a nuestra vida comentarios, información, o incluso lo vemos de forma clara. Es una suerte, aunque el golpe emocional no lo sea, poder disfrutar de esos datos que nos permiten abrir alas y volver a volar. Tras un tiempo comprendemos que aún tenemos alas y libertad, y que es nuestro derecho continuar.
Sincrodestino y felicidad
Nada duele más que la carencia de amor, reconocimiento, confianza, lealtad....etc, ni un sólo equipo de trabajo puede llegar a nada si tiene que afrontar esta "suciedad". Y nada nos hace más felices que el amor, la comprensión, la confianza, la lealtad, el reconocimiento...etc. Todo lo que emerge con estos principios alcanza las cumbres y el éxito. La felicidad se construye con acciones, palabras, decisiones....es nuestra tarea, de nadie más.
Todos estamos destinados a ser felices.
No desesperes. La felicidad es un bien para todos, al alcance de cada uno de nosotros. Y se presenta cuando menos lo esperábamos o cuando más lo necesitamos. Nadie que obre rectamente es excluido de esta emoción de felicidad. Sólo ocurre que muchas veces hemos de volver a sentirnos dignos, y éste punto es clave para la realización de cualquier sueño. Sentirnos merecedores. Hay decisiones en las que preferimos obrar y otras, en las que preferimos que obren. Cuando decidimos que la situación está en manos de la otra persona sólo es cuestión de tiempo. El tiempo siempre tiene las respuestas y todos estamos destinados a ser felices. Es el mejor deseo que podemos regalarnos.
Volver a sonreír desde el corazón
Es un regalo poder vivir la vida desde el corazón, que nos envuelvan dentro de sonrisas y se aproximen a nosotros para darnos calor. Todos requerimos este tipo de relaciones sanas que nos impulsan y nos elevan. Volver a sonreír desde el corazón es posible, las personas y las oportunidades aparecen cuando estamos preparados para ello. Y nos parecen mágicas, porque tal vez lo son. Tras épocas de vacío llegan. Arrastran nuestro dolor y nos envuelven en merecimiento. Nos aportan calma y luz. Son de tal luminiscencia que te preguntas " ¡qué he hecho para sentir tanta magia¡".
No hay desierto sin agua azul, cristalina y llena de vida. ¡Que seáis felices¡
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