En este caso, no hablamos de señales que vaticinan buena suerte, sino de elementos para atraer la fortuna, el bienestar, la alegría...
Podríamos hablar de elefantes, herraduras, mano negra, cuarzos, tréboles, sal, amatistas, monedas chinas, chinitos, lazos rojos, madera, pirita, cruz de caravaca, canela, tetragramaton, inciensos, llaves, triángulos, trisqueles, ojos turcos, manos de fátima, llamadores de ángeles, árboles de vida, cuencos, especies, maceraciones bajo la luna llena, estampas de santos, llaveros milagrosos, agua bendita, pétalos de flores.... Y podríamos seguir. Incluso, podríamos cargar un coche con todo esto o un superbolso y decir "wowww¡ con todo esto ya seré afortunada¡". Es algo cómico, pero podemos imaginar una escena así, alguien que porta consigo todo esto y repentinamente "¡zas¡", a ese alguien se le cruza un gato negro y ya, da por tierra toda esa buena suerte que estaba atrayendo a su vida. Esto, en cierto modo, se llama enfoque. Si crees que una única cosa te traería mala suerte, será así, pues estas viendo la vida desde esa perspectiva. Si crees que la buena suerte llega a tu vida lo hará, será así. Así sea! Y si tú no lo crees, no sucederá;porque, la buena suerte es la puerta que decidimos o no abrir.
¿Qué es el enfoque?
El enfoque es esa capacidad que tenemos de dirigir nuestra atención, de creer y por el mismo principio metafísico, de crear. Pues un enfoque, concentrar energía, crea.
De ahí que los amuletos se usen para la buena suerte. Nos enfocan en lo positivo. No sé si son mágicos o no, pero creo que siempre nos enseñan que hay un camino de prosperidad y buena suerte. Y supongo, que no son mas que una forma de decir "quiero ser feliz". Es una forma, dirán que pagana, de fe en la vida. Y para comenzar ese camino, para que esa puerta de buena suerte se abra...lo que muchas veces requiere la vida, es sencillamente, que digamos "Sí".
Todo parte de nosotros.