La golondrina se ha asociado desde las primeras culturas a un símbolo de buena suerte. Durante la Edad Media, época donde cualquier conocimiento sobre hierbas o pociones podía ser considerado como arte oscura o brujería, se asociaba la golondrina a la renovación o el renacer. Algunos, la relacionaban con la hierba celidonia.
Más allá de esto, en las tribus africanas, la usaban para cortar maleficios. Sobre todo , relacionado con la fecundidad de las mujeres. Tomaban, una golondrina cautiva y la liberaba para deshacerse del mal, y liberar a la mujer.
La golondrina siempre se ha asociado a la renovación y purificación, porque es un animal que no toca suelo, siempre se aleja de lugares oscuros y sucios. Y además, sus nidos siempre están en sitios limpios.
Pero la mayor importancia de la golondrina como ave de buen augurio, es la asociación de ella a la figura de Jesucristo. Ya que la leyenda cuenta que fue la golondrina la que quitó las espinas de la frente de Cristo cuando estaba en la cruz, y que por ello fue bendecida.
Las leyendas dicen que protegen las casas donde anidan, pues ellas tienen la bendición de Dios, por haber ayudado a su Hijo. Por otra parte, si se les mata o si se les rompe el nido, traería bastante mala suerte, pues se recibe lo que se da.
Es raro, que vuelvan a anidar donde alguna vez destruyeron su nido.
Quizá, este hecho de proteger sus nidos al igual que a todo ser vivo, parte de ese amor, respeto y cuidado que deberíamos de tener hacia todos, como seres que compartimos un maravilloso mundo.
Mensaje de la Virgen de Medjugorje