domingo, 24 de marzo de 2019

Cómo comenzar una nueva vida

Si estás pasando un mal momento deberías de hacer un alto en el camino y regalarte unos minutos para reflexionar sobre tu vida. 
Los pensamientos crean tu vida. Quizá no te enseñaron a pensar, pero podemos aprender a ver la vida de otra forma y crear una nueva vida.



Somos parte de un Todo ordenado y lleno de vitalidad. Los pensamientos de poder, armoniosos, son los que nos conectan con la prosperidad.

El dolor no es un método de elevación espiritual, es un punto de encuentro, de reencontrarnos; de saber que estamos alejados de nosotros mismos y de Dios.

      Tu mente y tus sentimientos son la clave para transformar tu vida. Date la oportunidad.

Recuerda que sólo existe este momento y que el AHORA es el único instante que es REAL.


LA DE.RROTA es un sentimiento que oculta toda entrada de luz, aleja de la paz y de la prosperidad. Ése sería el momento de "zarandearse" a uno mismo y comenzar a construir pensamientos nuevos.
Observa a tu alrededor, y da GRACIAS por lo que tengas. AGRADECE A DIOS LO QUE TIENES, Y RECIBIRÁS MÁS. No te enfoques en aquello que no tienes, lo que no está en tu vida no es necesario; ya llegará algo mejor, pero antes debes de atraerlo/ crearlo en tu vida, para ello necesitas transformarte. La derrota da paso al BIENESTAR.

NO MALDIGAS, NO CRITIQUES A OTROS, porque a fin de cuentas, esa energía es la que estás transmitiendo al mundo y la que regresará a ti. No te creas juez de nadie, que tu visión es muy limitada y tu ego muy grande si lo dejas conjeturar sin la humildad del corazón. NO oprimas con tu pensamiento limitado y ególatra la vida de otras personas juzgándolas, creyendo que deberían haber hecho o dicho otras cosas...Si no lo haces por amor a los demás, hazlo por egoísmo; esa será la energía que recibirás. Cuando quieras saber qué energía estás creando haz un resumen de lo que pensastes e hiciste durante el día; podrás evaluarte como persona. No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Recuerda esto.

HAY UN DIOS DE JUSTICIA mayor que todos nosotros, deja que obre la ley de justicia, pero no caigas en la trampa del ego de juzgar a los demás.

                   "Clama a mí, que yo te responderé
                     y te enseñaré cosas grandes y ocultas 
                    que tú no conoces".
                                                        Jeremías, 33, 3.


Oración poderosa.

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