domingo, 30 de julio de 2017

Totem, Caballito de mar

Los antiguos griegos y romanos creían que el caballito de mar estaba asociado al dios Neptuno / Poseidón y como tal, era considerado un símbolo de fuerza y poder.





 Desde la época griega y romana, se  creía que el caballito de mar custodiaba  las almas de los marineros fallecidos al purgatorio,  dándoles seguridad  y  protección hasta que se conociera el definitivo destino de su alma.











 Es una figura importante en la mitología celta,  representa a menudo vínculos importantes con las otras dimensiones o mundos, simbolizado por la cola de pez. Los celtas consideran a esta criatura como un dragón bebé. La cultura china ve en el caballito de mar   una especie de dragón del mar, y como tal es venerado por su poder y se le tiene como un  símbolo de buena suerte. (Los chinos tienen al dragón como un gran símbolo benéfico y sagrado de protección)


Los caballitos de mar  son el símbolo de la paciencia y la alegría, ya que están contentos con estar donde están, y no tienen prisa para nada. Verlos nadar nos invita a relajarnos profundamente, parecen deterner el tiempo, todo el ritmo estresante se conecta con la armonía de sus movimientos.


Su mensaje, como tótem, es el de aportarnos paz y armonía, además nos hace ver que en  su defensa,  y esta es una gran  lección, su cola es anclada a un elemento fijo para así, ser persistentes en nuestras metas. Quiere hacernos ser conscientes de que no hay que hacer grandes esfuerzos cuando llegan grandes corrientes, sino sencillamente dejar que pase.
La visión de los caballitos de mar es increíblemente buena, y cada ojo se mueve de forma independiente. Tomamos esto como un mensaje totémico de la percepción y la conciencia de quienes nos rodean y de nuestra situación, todo puede ser visto. Sólo hemos de saber mirar a cada cual con el ojo que requiere, lo mental desde la mente; lo emocional, desde el corazón. Cuando estamos perdidos o confundidos, el caballito de mar nos pide que hagamos  una buena mirada alrededor – no sólo con nuestros ojos físicos, sino con nuestros ojos espirituales con el fin de obtener una perspectiva mejor de las situaciones.


Como tótem también se ha difundido la idea de que los caballitos de mar son monógamos y mueren si su pareja lo hace, convirtiéndose así en símbolo del amor y la fidelidad.


Como tótem el caballito de mar representa:

-La armadura.
-La persistencia a los cambios, la naturaleza real de quienes somos; nuestra esencia.
-La armonía en el quehacer de las cosas; nosotros hacemos, pero la vida también tiene su quehacer; no luchar, fluir, aceptar.
-Amor, armonía, lealtad. Nada se te da si no lo das.
- El misterioso dragón, las formas nos hacen diferentes pero nuestra naturaleza es esencial.
-Ver cada cosa con el "ojo" que ha de ser visto.

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